Desde que era pequeño me he sentido siempre muy fascinado y seducido por el "mundo hotel", me parece una de las experiencias que uno debe sentir en la vida. Coleccionaba todos los folletos y revistas que llegaban a casa de mis padres, recortaba sitios que quería conocer algún día, disfrutaba mucho con ello.
Hay algo en todos nosotros cuando aterrizamos por fin en la habitación de nuestro hotel, soltamos el peso de maletas y bolsos, estiramos espalda, respiramos hondo y empezamos a dibujar cúal será el plan después de darnos una estupenda ducha, una vez inspeccionado todo lo que la habitación nos brinda.
Después toca bajar a recepción, echar un ojo a las dependencias, y en mi caso, parar a tomarme algo en el bar del hotel. Muchas veces, viajando con familia y amigos, me doy cuenta que es uno de los espacios que menos visita la gente o que si lo hace, no se detiene mucho tiempo. Para mí, a pesar de lo que cueste, es un momento que me doy de calma, disfrute y observación. Siento que lo merezco. Me viene a la cabeza la películla "Lost in Traslation" donde ese bar de hotel se convierte en un núcleo de unión para dos seres solitarios.
Pues bien, mi ruta de hoy empieza en un hotel abierto no hace mucho, se trata del NH Collection Suecia, el que durante años fue el Hotel Suecia, donde durmieron Hemingway o el Che Guevara, entre otros. Estuvo muchos años cerrado, yo siempre decía a a algún amigo que era un delito que nadie hiciera algo con él. Pronto supe que NH le había echado el ojo y me hizo ilusión que fuera un "Collection", sabía que iban a poner buen gusto y mucho mimo. Y no me defraudó, pude estar en la inauguración disfrutando con parte del equipo Timeless y quedamos encantados. Felicitar al estudio Lázaro Rosa Violán,que está detrás de este éxito.
Según entras, se abre ante tí una larga barra, zona de mesas frente a grandes cristaleras y plantas y ambiente acogedor, que da paso al restaurante "Casa Suecia", espacio gastronómico llevado por el chef Lluis Canadell con un nuevo concepto de cocina internacional y mediterránea. No puedes perderte lo que te espera en la azotea, en el ático se abre un espacio diáfano a dos alturas con unas imponentes vistas de Madrid. Estamos acostumbrándonos a ver cada vez más este tipo de terrazas altas, pero ésta en concreto merece un buen vistazo por lo amplia y bonita que es, tiene un rollo chiringuito a lo grande con luces de berbena e hilera de sofas. Mucha clase.
Pero lo que de verdad esconde Suecia, es un bar cocktail en la planta -1 que me dejó completamente boqueabierto, el bar cocktail Hemingway, un"secreto" lugar al que puedes acceder desde los servicios (muy chulos, por cierto, estilo retro y suelo a cuadros negro y blanco, me encanta) o bien desde los ascensores que merece la pena vivirlo porque cuando se abren las puertas no puedes creer lo que está delante de tí.
Es el tipo de modelo speakeasy de la Ley Seca de los años veinte, donde bares y restaurantes se camuflaban clandestinamente dando ese efecto de lugar escondido y exclusivo. Me recuerda en el terciopelo rojo, en la moqueta de leopardo a los típicos clubs de Paris, con esa iluminación cálida que le da ese aspecto mágico e íntimo. Lo que sorprende es la barra, una obra de arte en la que se utilizó maderas procedentes de los restos de una iglesia parisina del S.XVIII. Para tomarte un vino, una copa o cualquiera de los cocktails que te prepare Diogo, el bartender al frente de la barra, mostrando disposición y profesionalidad.
Sin palabras me deja, sé desde ya que es un lugar que voy a pisar mucho, sé además que tu también.
DÓNDE? CALLE MARQUÉS DE CASA RIERA,4.
CUÁNDO? RESTAURANTE.L-V 12:00H - 16:00H./ 20:00H - 0:00H. TERRAZA.L-D 12H-1.00H.
HEMINGWAY.L-D 19H-2.00H.
CRÉDITOS. TIMELESS.
ABOUT ME.